- Enfocarse en la salud y dejar a un lado la estética puede ser más motivante para los hijos, asi como también, centrarse en lo positivo de cambiar y no en lo negativo de no hacerlo, es más fructífero en su tratamiento.
- Ser el ejemplo y modificar malos hábitos junto a los hijos también es fundamental para que el niño no se sienta “ajeno” o “diferente”, pues todos nos beneficiaremos de movernos más y comer mejor.
- Elogiar a los hijos ante cambios de conductas positivos, por ejemplo, cuando comen más verduras, cuando reducen la ingesta de chucherías o cuando reducen las horas de tele.
- No bromear acerca de su peso ni categorizarlos de gordos, perezosos o lentos, ya que esto puede influir notablemente en sus conductas y sobre todo, en su autoestima y estado de ánimo, lo cual sabemos está fuertemente vinculado a la salud y sus cuidados.
- Brindar un ambiente seguro con opciones saludables, es decir, no colmar el refrigerador de dulces, refrescos y pasteles, sino más bien, ofrecer alimentos sanos y prepararlos de igual manera para favorecer y facilitar, la adopción de saludables hábitos alimenticios en los adolescentes y niños del hogar.
- Acompañar a los hijos es lo más apropiado y debe hacerse en todos sus aspectos, ya sea para salir a caminar, para compartir una comida en familia, para escucharlos cuando necesiten hablar o bien, organizando sus comidas y seleccionando buenos alimentos para ellos.
Es un problema de salud caracterizado por el exceso de grasa corporal en los niños.
lunes, 6 de noviembre de 2017
CONCEJOS PARA PADRES
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